Espuma de cerveza

Algunas cervezas como la Weizenbier (cerveza de trigo) muestran una espuma densa en su parte superior.
La espuma forma parte de la estética de la cerveza.

La espuma de la cerveza o giste[1]​ (mencionado en el argot cervecero también como cabeza o corona) es una sustancia de aspecto globular que se encuentra en la parte superior de los vasos de cerveza. El contenido de las burbujas en el líquido es debido principalmente al dióxido de carbono (CO2) procedente de la fermentación alcohólica de cereales (tales como el trigo o la cebada): carbonación de la bebida. El giste es una de las primeras experiencias organolépticas al beber la cerveza. Las propiedades de una espuma son la densidad, la cremosidad, la adherencia al vidrio (denominado en el argot como cling) y la estabilidad,[2]​ todas dependen del cereal empleado en su elaboración, del tipo de malta y los adjuntos añadidos al mosto. En general, las cervezas elaboradas con trigo tienden a generar más espuma, y son más estables en el tiempo, que las que se elaboran con cebada. Entre los consumidores existe un debate acerca de si la calidad de una cabeza sea indicador de una cerveza de calidad. El debate se centra en que ambos fenómenos estén, o no, necesariamente ligados.[3]

  1. "giste", Diccionario de la lengua española, 23ª Edición, Real Academia Española.
  2. Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas Evans
  3. Charles Bamforth, (2004), Beer: A Quality Perspective, Primera, Academic Press, ISBN 0126692017

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